lunes, 24 de noviembre de 2014

HABLEMOS DE "INTERSTELLAR"




Sin duda la última obra de Christopher Nolan tiene mas capas que una cebolla. Esto genera múltiples interpretaciones y opiniones encontradas.

Se puede ver de forma científica y disfrutar con sus aciertos y sus aproximaciones veraces al material que trata, o descubriendo esos agujeros técnicos que seguro que un físico podría (y de hecho ya lo están haciendo) explicar con una sonrisa en los labios.

Se puede visionar como una aventura épica que no se centra en el artificio de un blockbuster al uso, un sesudo entretenimiento, una del espacio que te obliga a pensar o por lo menos que no te permite salir al cuarto de baño en mitad de la proyección.

A PARTIR DE AQUÍ CUIDADO... LA ZONA PUEDE ESTAR INFESTADA DE SPOILERS


La capa de la cebolla con la que yo decidí quedarme en mi primer y de momento único visionado del film, es con la de los sentimientos vertidos en la cinta, que no son pocos. Acompañar al héroe (magnifico McConaughey) en su aventura, con el objetivo firme de salvar a su familia de una muerte segura y horrible, de encontrarse a si mismo en el proceso, enterrando a la persona que realmente es para reconvertirse en la que siempre quiso ser y de paso... como objetivo secundario... salvar a la humanidad.

Es fácil entender como el personaje protagonista, Cooper, siente pasión por la misión que se le ha encomendado. Se intuye que en algún momento antes de su partida, tiene en lo mas profundo de su alma, el deseo profundo de no cargar con el peso emocional de tener una familia. Cooper no deja este hecho de lado, pero si pudiera desconectar y dejar en stand by su vida en general sin que nada pasase, iría a otra galaxia sin garantías de sobrevivir y lo haría con la alegría de un niño desenvolviendo los regalos de navidad. Pero tiene una familia, tiene a Murph, y los pensamientos que a veces nos hacen sentirnos incómodos con nosotros mismos son muchas veces fugaces, como los cometas. Cooper tiene la oportunidad de escapar de una vida que detesta, que incluye una forzosa forma de ganarse la vida y sobrevivir que el planeta eligió por el. Además de una viudedad que le sigue atormentando. Es un hombre que tiene demasiados roles que no ha elegido interpretar. Y de repente tiene carta blanca para poner el contador a cero y empezar de nuevo allí donde ningún ser humano a llegado jamas. Pero insisto. Murph existe.



La relación de amor paterno filial que existe a través del espacio tiempo, es el pentagrama en el que descansan todas las notas de la sinfonía que es la película. Cuando Cooper sufre la impotencia de haber fallado a su hija y se rompe por ello, nosotros nos rompemos con el. Cuando recupera el aliento nosotros nos alzamos con el. Y eso es lo que hace grandes a los héroes y a las historias que cuentan sus hazañas.

La factura técnica de la cinta es impecable, desde luego es una película pensada para ver en pantalla grande, con esa fotografía interplanetaria, esas explosiones carentes de sonido en mitad del espacio exterior, que nos recuerdan una máxima poco practicada en el cine fantástico que decía que "En el espacio nadie puede oír tus gritos". Lo que si se puede escuchar en el espacio y muy bien, es la partitura de Hans Zimmer, dotando a las imágenes de una parte mística que contrasta con lo científico de lo que se ve en pantalla.



No solo de McConaughey vive "Interstellar" aunque su interpretación y sobre todo esa forma de romperse desesperadamente absorben nuestra atención como si de un agujero de gusano se tratase. El resto del reparto acompaña muy bien en menor y mayor medida.

El versátil John Lithgow esta muy bien en el papel de suegro de Cooper y abuelo de sus dos hijos. Michael Caine borda su papel de profesor Brand. Murph luce muy bien tanto de niña, interpretada de una forma agradecida por Mackenzie Foy, como en edad adulta interpretada por Jessica Chastain. La que no me acaba de casar muy bien con el conjunto de interpretaciones del resto del reparto es Anne Hathaway, pero debo darle mas oportunidades a su rol, ya que creo que mas que su interpretación me falla un poco el personaje.

El personaje de Matt Damon puede dar sin duda para película aparte. Pero aun así también me parece algo descolocado, aunque el personaje y sus circunstancias ponen en bandeja esta actitud descolocada a la que me refiero.

Sin duda la escena de la pelea a bofetones en una galaxia lejana, le deja a uno perplejo independientemente de la épica que intente transmitir.



Pegas también tiene claro. No hay cebolla perfecta. ¿Hacia falta ese final que parece que estamos ante una película ideada por Kubrick y acabada por Spielberg? ¿Los saltos de fe que el guión exige al espectador en determinados momentos no se podían salvar de una manera mas racional? ¿Haberlo hecho hubiera restado magia al conjunto?

La cinta tiene tantos peros como capas tiene una ceb... bueno ya paro con eso.

Tu sigue jugando con nuestro cerebro Christopher.



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