Y es que esa es la sensación que tiene uno cuando ve la primera película de Ryan Gosling en calidad de director y guionista. La sensación de entrar en una inquietante atracción de feria donde las pendientes pronunciadas, los loopings y las bruscas curvas, están señalados en el metraje del film en forma de momentos inquietantes.
Gosling a sabido rodearse de un reparto de actores y actrices que dan entidad a un desfile de personajes que se mueven entre fragilidad, fortaleza, inocencia, crueldad y demás matices.
Corderos que aullan a la luna llena y lobos que son... eso, lobos... Se dan la mano en esta fabula imaginativa con una solvente puesta en escena.
TEN CUIDADO A PARTIR DE AQUÍ NO SALGA UN SPOILER DEL RÍO Y ZASCA...